Hacer un testamento es una decisión trascendental que puede afectar significativamente el futuro de nuestros seres queridos. Aunque tener un solo hijo pueda parecer una situación sencilla en términos de herencia, la realidad es que contar con un testamento puede evitar numerosos problemas y garantizar que los deseos del testador se cumplan fielmente. Desde Bolonia Abogacía te contamos en detalle por qué es necesario hacer testamento teniendo un solo hijo, abordando aspectos legales, emocionales y prácticos.
Ley de herencias en España
La legislación española que regula las herencias se encuentra principalmente en el Código Civil. Según este código, los herederos forzosos (generalmente los hijos) tienen derecho a una parte de la herencia que no puede ser dispuesta libremente por el testador. Esto se conoce como la «legítima«. Teniendo un solo hijo, este será el heredero forzoso y tendrá derecho a, al menos, dos tercios de la herencia.
El tercio de mejora de la herencia, dentro de estos dos tercios, puede utilizarse por el testador para mejorar a otro hijo (si tuviera más). En el caso de tener solo un descendiente, todo irá para este. Por último, el tercio de libre disposición, podrá ser destinado a quien el testador desee.
¿Por qué es necesario hacer testamento teniendo un solo hijo?
Aunque la ley asegura que el hijo recibirá la mayor parte de la herencia, existen varias razones por las cuales es prudente hacer un testamento.
Aunque el hijo sea el heredero principal, el testador puede querer garantizar que su cónyuge o algún otro familiar cercano reciba parte de la herencia. Así, el testamento permite destinar el tercio de libre disposición a estas personas.
Además, el testamento especifica exactamente cómo distribuir los bienes, evitando confusiones y posibles conflictos. Por ejemplo, si el testador posee bienes que requieren una gestión específica, como propiedades inmobiliarias o inversiones financieras, un testamento proporcionará instrucciones claras sobre cómo manejarlos. Asimismo, el testador puede tener deseos específicos sobre la distribución de ciertos bienes. Suele ocurrir con objetos de valor sentimental o joyas familiares. En estos casos, el testamento permite asignar estos bienes de manera precisa.
En el caso de que el hijo sea menor de edad, el testamento permite nombrar tutores legales y administradores de la herencia. Así, se asegura que se tomen las decisiones adecuadas en beneficio del menor.
Consecuencias de no hacer testamento
No hacer un testamento puede tener varias consecuencias negativas, incluso si se tiene un solo hijo:
- Si una persona fallece sin testamento, su herencia se repartirá según las reglas de sucesión intestada del Código Civil. En esta situación, puede que no se reflejen fielmente los deseos del fallecido. Hacer un testamento asegura que la distribución se realice según su voluntad.
- La falta de claridad sobre la distribución de los bienes puede generar conflictos familiares, incluso si solo hay un hijo heredero.
- La ausencia de un testamento puede complicar los trámites legales de la sucesión, generando demoras y gastos adicionales para los herederos.